Notas Relacionadas

1· A 150 años / La memoria postuma. Por Felix Funa

2· Carta de Ernesto Sabato

3· Volver a vivir aquella Epopeya

4· El hombre del sueño Americano

5· La religiosidad del General Don Jose de San Martin


1· A 150 años / La memoria postuma. Por Felix Funa

La figura de San Martín no se agiganta por los laureles ganados en los campos de batalla ni por su estatura de libertador, sino por su personalidad, asociada a valores que el país siente como propios.

San Martín es, por antonomasia, el Padre de la Patria. Las encuestas revelan que para el común de los argentinos San Martín es nuestro héroe máximo; basta asistir a algún festejo escolar para advertir el lugar que ocupa en nuestro imaginario. No es objeto de discusión, como suelen serlo Rosas, Rivadavia o Sarmiento. La valoración del personaje es unánime en todos los sectores.

¿Qué motivaciones alimentan esta percepción, que campea en todas las franjas sociales y regiones?

Es cierto que se ha desarrollado desde hace más de un siglo una política historiográfica bien definida en torno de la exaltación del Libertador. El retorno de sus restos, que puso una pausa patriótica en los alborotos civiles de 1880, se revistió de decoro y la grandeza de los acontecimientos marcan de manera indeleble la memoria colectiva. Ya para ese entonces se había completado la publicación de la historia de Mitre, aunque hay que señalar que, contrariamente a lo que suele creerse, esta obra no estuvo dedicada a mitificar a su protagonista pues abunda en críticas a su trayectoria, sino a mostrar su significación continental.

Tiempo después, José Pacífico Otero concretó un completísimo corpus documental que sigue siendo fuente indispensable para cualquier trabajo sobre el prócer. En 1933 Ricardo Rojas publicó "El Santo de la Espada", una hagiografía que pronto quedó incorporada a nuestro patrimonio cultural; el feliz título del libro se convirtió en un sinónimo de San Martín.

Valores propios

Ni todos estos aportes y los que después se elaboraron, ni la creación del Instituto Sanmartiniano, ni la imposición del 17 de agosto como fecha de recordación de su figura, ni las celebraciones escolares, ni los actos oficiales -entre ellos los realizados con motivo del centenario de su fallecimiento, lamentablemente manchados con la manipulación política que se hizo de su memoria-, ni siquiera todo eso alcanza a hacernos entender el sincero y generalizado sentimiento de afecto y admiración que el pueblo argentino abriga hacia José de San Martín.

Porque ni la más hábil política historiográfica puede inventar un héroe ni es capaz de instalar su memoria en la comunidad de una manera tan viva y fresca como la que rodea al Libertador.

Acaso la explicación de esta vigencia haya que buscarla en los valores que se encarnan en la persona de San Martín, pues son valores que convocan la adhesión general. Se sabe que fue un hombre que se planteó una misión concreta, la liberación de las colonias españolas en América y, una vez realizada ésta, se retiró de la vida pública. También es notorio que rehuía los honores y los premios. Careció de ambiciones políticas y llevó siempre una vida sencilla. Es sabido que a pesar de su larga permanencia en España era un criollo hecho y derecho, amigo de las modalidades y formas de vida propias de su país natal y servidor del honor y la palabra empeñada.

Si la piedra de toque para valorar la magnitud de los grandes hombres es su actitud frente al infortunio, San Martín nos brinda un conmovedor ejemplo durante su prolongado autoexilio: no atiza el fuego de las guerras civiles, permanece vigilando el destino de la Patria, no solicita reivindicaciones ni se queja de su suerte. No se había mareado con las dulzuras del poder, ni siquiera cuando ejerció la virtual dictadura del Perú. Eso sí, rabiaba cuando alguien osaba rozar su honor o su honradez personal, pero ni siquiera esos arañazos lo sacaban de su serenidad o lo llevaban a hacer escándalo. Cumplió la última etapa de su misión, la Independencia del Perú, desobedeciendo al gobierno del que dependía, moviendo cielo y tierra en busca de apoyos que siempre le llegaron retaceados, rodeado de intrigas, indisciplinas y escepticismo, sin que ninguno de estos inconvenientes erosionaran su voluntad o paralizaran sus planes.

Esta suma de valores es la que, a mi juicio, fundamenta la jerarquía que en el escenario histórico se le ha conferido a San Martín. No son los laureles ganados en las batallas ni su estatura de libertador de naciones los que han edificado la base de su gloria póstuma. Es su personalidad, tan asociada a valores que sentimos como propios, esos misteriosos hilos compuestos de palabras, actitudes, decisiones y aun silencios que van formando el entramado de nuestra ética como nación.

Respetado, pero poco amado en su época, el tiempo agigantó su figura y la posteridad le ha brindado lo mejor, es decir, el afecto, la gratitud, la admiración; el generalizado sentimiento, en fín, de que esta especie de culto laico que lo honra, es justo y legítimo.

2· Carta de Ernesto Sabato

"Si algo corrobora la magnitud de la causa por la que San Martín peleaba, y que lo ennoblece, es su decisión de retirarse de cada pueblo que liberaba, entregando a sus verdaderos dueños la tierra que él había recuperado con su sacrificio." Esta frase es parte de la reflexión sobre el Libertador que Ernesto Sábato escribió a pedido del presidente Fernando de la Rúa.

"Es un gesto absoluto de generosidad y servicio - concluye el escritor - que debería avergonzar a quienes se enriquecen empujando a sus semejantes a la peor de las miserias".

Hoy, al cumplirse 150 años de la muerte de San Martín, el texto completo del mensaje de Sábato será leído en todas las escuelas del país. En esas líneas, Sábato habla de "un hombre al que admira". Y confiesa: "Cómo no hacerlo si yo mismo, cuando era niño, me emocionaba al escuchar a nuestras maestras de pueblo relatarnos el estoicismo y el coraje de San Martín".

"Habría que pensar – propone - profundamente en los ideales que alentaban en el corazón de aquel hombre que amó su tierra, desventurada, imperfecta".

3· Volver a vivir aquella Epopeya

Por Ricardo Luque (Corresponsal Rosario)

ROSARIO.- Desde hace tres años, la Asociación Cultural Sanmartiniana Cuna de la Bandera organiza al comenzar el verano una expedición que, integrada por un centenar de estudiantes secundarios y universitarios, cruza la cordillera de los Andes a lomo de burro, para evocar la gesta libertadora del General José de San Martín, hazaña concretada en enero de 1817.

"La idea es irradiar el espíritu sanmartiniano a todo el pueblo argentino", explicó a LA NACION el teniente coronel Víctor Hugo Rodríguez, titular de la entidad organizadora y mentor del emprendimiento que este año se constituyó en la primera actividad del Instituto Nacional Sanmartiniano por el 150° aniversario de la muerte del Libertador.

"Es un proyecto pedagógico y cultural que intenta enseñar a los jóvenes la historia grande de la Argentina de una manera que puedan realmente disfrutarla: viviéndola y sintiéndola en los mismos lugares donde sucedieron los hechos históricos", señaló Rodríguez.

"El cruce de la cordillera de los Andes por el Ejército libertador fue uno de los hechos más relevantes de nuestra historia – siguió -, y revivirlo haciendo el mismo recorrido que siguió el General San Martín, viendo las dificultades que tuvo que enfrentar, da una idea de la convicción y el coraje con que los héroes de la patria defendieron sus ideales."

En sus tres primeras ediciones la expedición estuvo formada por un centenar de personas, hombres y mujeres, mayores de 15 años que, para poder tomar parte del proyecto, debieron pasar pruebas físicas y médicas - el trayecto en mula a través de la cordillera es muy exigente -, además de demostrar tener conocimientos e interés en la gesta sanmartiniana.

El cruce se realizó por el paso de Uspallata, el más amable de los seis senderos por los que el Ejército Libertador atravesó la cadena montañosa, desde la ciudad de Mendoza hasta el Cristo Redentor, ubicado a 4200 metros de altura. Durante diez días, la mitad de los que demandó a las tropas del general San Martín el trayecto, se cubirieron 240 kilómetros.

Este año la expedición ofreció un atractivo extra, ya que contó con el apoyo de una estación móvil satelital, cedida por la Comisión Nacional de Comunicaciones. Ello permitió relatar las distintas experiencias que se fueron viviendo vía Internet. "La gente podía seguir lo que hacíamos día a día, fue una experiencia increíble, por lo inmediato de la difusión", se entusiasmó Rodríguez.

Los objetivos, fundamentos y pormenores del proyecto están detallados en el portal de la asociación ( http://www.crucedelosandes.com.ar ).

También, puede seguirse el recorrido a través de mapas, fotos y comentarios de los expedicionarios y compararlo con la gesta histórica, con artículos y reflexiones de historiadores que están disponibles en la página Web.

Si bien la figura del General San Martín fue la fuente de inspiración que movió a la Asociación Sanmartiniana Cuna de la Bandera a promover la recreación del cruce de los Andes, la decisión fue impulsada también al advertir la distancia enorme que existe hoy entre los valores de los héroes de la patria y los que muestra la juvendud.

"En las charlas que daba me encontré con una sorpresa: los auditorios se llenaban, pero de personas mayores", recordó Rodríguez, y continuó: "La pregunta surgió de inmediato:

¿Qué pasa, a los jóvenes no les interesa la historia?

La respuesta fue negativa, pero no desalentadora... Cómo les va a interesar la historia si apenas la conocen y se la cuentan de una manera poco entretenida", afirmó Rodríguez, y siguió adelante: "Decidimos que los participantes de la expedición tenían que ser jóvenes, para que vivan la experiencia, se la transmitieran a sus amigos y dieran, sin darse cuenta, una lección de historia."

4· El hombre del sueño Americano

Por Bartolomé Mitre

Se ha dicho que San Martín no fue un hombre, sino una misión. Dar expansión a la revolución de su patria que entrañaba los destinos de la América, salvándola y americanizándola

Se ha dicho que San Martín no fue un hombre, sino una misión. Sin exagerar su severa figura histórica, ni dar a su genio concreto un carácter místico, puede decirse con la verdad de los hechos comprobados que pocas veces la intervención de un hombre en los destinos humanos fue más decisiva que la suya, así en la dirección de los acontecimientos, como en el desarrollo lógico de sus consecuencias.

Dar expansión a la revolución de su patria que entrañaba los destinos de la América, salvándola y americanizándola, y ser a la vez el brazo y la cabeza de la hegemonía argentina en el período de su emancipación; combinar estratégica y tácticamente en el más vasto teatro de operaciones del orbe, el movimiento alternativo o simultáneo y las evoluciones combinadas de ejércitos o naciones, marcando cada evolución con un triunfo matemático o la creación de una nueva república; obtener resultados fecundos con la menor suma de elementos posibles y sin ningún desperdicio de fuerza, y por último, legar a su posteridad el ejemplo de redimir pueblos sin fatigarlos con su ambición o su orgullo, tal fue la múltiple tarea que llevó a cabo en el espacio de un decenio y la lección que dio este genio positivo, cuya magnitud circunscripta puede medirse con el compás del geómetra dentro de los límites de la moral humana.

De aquí, la unidad de su vida y lo compacto de su acción en el tiempo y en el espacio en que se desarrolla la una y se ejercita la otra. Toda su juventud es un duro aprendizaje de combate. Su primera creación es una escuela de táctica y disciplina. Su carrera pública es la ejecución lenta, gradual y metódica de un gran plan de campaña, que tarda diez años en desenvolverse desde las márgenes del Plata hasta el pie del Chimborazo. Su ostracismo y su apoteosis es la consagración de esta grandeza austera, sin recompensas en la vida, que desciende con serenidad, se eclipsa silenciosamente en el olvido, y renace a la inmortalidad, no como un mito, sino como la encarnación de una idea que obra y vive dilatándose en los tiempos.

BARTOLOME MITRE

De "Historia de San Martín y de la emancipación sudamericana"

5· La religiosidad del General Don Jose de San Martin

EJERCITO ARGENTINO LICEO MILITAR "GENERAL SAN MARTIN"
ESCRITO POR EL TENIENTE 1ERO VICTOR HUGO RODRIGUEZ EN EL AÑO 1981
TESTIMONIO DE LA VIDA CRISTIANA DEL GENERAL JOSE DE SAN MARTIN

FECHA ACTIVIDAD CRISTIANA LUGAR DOCUMENTO
Feb 1778 Recién Nacido Bautizado en los Sagrados O'leos. Iglesia Católica de Nta. S de los Reyes de Yapeyú. Libro: "El Gral D José de San Martín" de G Furlong.
1785 07 años Frecuenta el Colegio Imperial de Madrid. (Enseñanza cristiana) Madrid España. Libro: "El Gral D José de San Martín de G Furlong.
19-ago 1808 20 años Una hermana de Caridad, al ser herido, le obsequia un rosario, mientras le prestaba los primeros auxilios. Lo usó toda su vida como escapulario. Batalla de Bailén, contra N. Bonaparte. Libro: "Historia del Gral D José de San Martín" de Bartolomé Mitre.
12-sep 1812 34 años Contrae nupcias con misa de exponsables y comulga durante la misma. Iglesia de la Merced. Archivo de la Iglesia de la Merced. Bs As.
Fines 1812 34 años El primer artículo del Código Militar del Gral San Martín dice: "Todo el que blasfemare el santo nombre de Dios o de su adorable Madre e insultare la Religión por primera vez, sufrirá cuatro horas de mordaza, por el término de ocho días; y por segunda vez será atravesada su lengua con un hierro candente y arrojado del Cuerpo de Granaderos". Bs As. Cuartel del Regimiento de Granaderos a Caballo. Libro: "Historia del Regimiento de Granaderos a Caballo", de Manuel Pueyrredón.
05-feb 1813 35 años Luego del Combate de San Lorenzo encarga la celebración de misas por los caídos. Coloca cruces sobre las tumbas de los muertos, como lo hará luego en Chacabuco. Convento de San Lorenzo. Libro: "El Gral D José de San Martín" de G Furlong.
25-may 1815 37 años Mientras se desempeñaba como gobernador en Cuyo ordena celebrar solemnemente con "función de Iglesia" el aniversario de la Revolución. Mendoza. Libro: "Historia del Gral D José de San Martín", de B. Mitre.
jul-sep 1815 37 años Prefiere alojarse en el Convento de S. Domingo y sentarse a "la frugal mesa de los religiosos" charlando amigablemente con ellos qye hacerlo en las lujosas casas que le ofrecen. Buenos Aires. Archivo Gral. de la Nación.
01-oct 1815 37 años San Martín anticipa la victoria a los pueblos de su mando manifestándoles en su proclama: "…Yo me atrevo a predecerla contando con vuestro auxilio bajo la protección del cielo". Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
03-nov 1815 37 años Ve la necesidad de proveer un vicariato castrense al Ejército. Secretaría de Guerra. Archivo Gral. de la Nación.
31-ago 1816 38 años El Gran Capitán bautiza a us hija a los siete días de nacer y la pone bajo la custodia de la Virgen de la Merced. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
08-ago 1816 38 años Jura por Dios y por la Patria la Independencia Nacional. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
Fines de 1816 38 años Recibe la ayuda de 100(cien) sacerdotes, frailes y curas, puntanos, mendocinos, sanjuaninos en su labor con el Ejército de los Andes. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
03-oct 1816 38 años Le escribe a su íntimo amigo el Gral T. Guido: "Cuénteme lo que haya en Europa y dedique para su amigo cada correo, que Dios y Nta. Madre y Sra. de Mercedes se lo recompensarán. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
dic 1816 Priores y guardianes de los dominicos, agustinos, franciscanos y mercedarios, como Rocco y Salinas, del Castillo, Sayos Veras, Flores Hurtado, Alvarado, Ortega, Olmos, Moreira, Guiñazú, Romero, Centeno, ceden sus conventos y capillas para utilizarlos como cuarteles. San Juan Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
1817 39 años Los curas son sus eficaces auxiliares. (Fray Justo Santa Maria de Oro, Fray Luis Beltrán). Cuyo. Archivo Gral. de la Nación.
05-ene 1817 39 años Elige a la Virgen del Carmen como Patrona del Ejército de los Andes. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
12-feb 1818 40 años Proclama la Independencia de la Nueva Patria de Chile en el nuevo aniversario de Chacabuco "a nombre de los pueblos y en prescencia del Altísimo". Santiago de Chile. Libro: "Historia del Gral José de San Martín" de B. Mitre.
24-feb 1818 40 años Última carta la Director Pueyrredón (la expedición ya ha comenzado su marcha hacia la cordillera) donde le enuncia: " Esta tarde salgo para alcanzar mi Ejército. Dios me de acierto para salir bien de tamaña empresa… Dios mediante para el 06 de Marzo estaremos en el valle del Aconcagua. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
12-ago 1818 40 años Dona la convento de Franciscanos su bastón de General. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
1842 64 años En una carta a us amigo Miguel de la Barra pone:"… gracias serán dadas a Dios, pues mi salud quebrantada, ha podido soportar estas desgracias. París. Archivo Gral. de la Nación.
17-ago 1850 72 años Muere como un perfecto crsitiano para lo que se venía preparando desde tiempo atrás. Sus funerales obedecen a su pedido de que se hicieran sin pompas ni ostentación alguna. Boulogne Sur-Mer Francia. Libro:"El santo de la espada" de Ricardo Rojas.
1853 Mercedes de San Martín visita al papa Pío IX. El Padre Santo tendrá unos recuerdos elogiosos para el Héroe de los Andes. Santa Sede del Vaticano. Cartas de M. Balcarce (esposo de Mercedes) a su amigo F. Frías.
1853 San Martín era un caballero en su proceder, en sus acciones y conducta, fidelidad a su Patria y a Dios era imposible de era imposible de dejar de reconocerla. París Francia Libro:"El Gral D José de San Martín y la Masonería", de Armando Tonelli.
1938 "Era un católico no sólo práctico, sino ferviente y apostólico". Buenos Aires G. Furlóng, Academia Nac de Hist.
1850 "Al privarles la Divina Providencia de un padre tierno y virtuoso, parece que hubiese querido suavisar su dolor haciendo que sus últimos momentos sean sin sufrimiento. París Francia. Carta de Balcarce al Gral R. Castilla (presidente del Perú)
1966 "San Martín fue profundamente cristiano". Buenos Aires. E. Tovar en la crónica "Religiosidad del Libertador"
1868 "Declaramos ante el Universo, que San Martín es el más grande de los héroes, el más desinteresado patriota, el más humilde en su grandeza, que San Martín a nadie injurió: que sufrió con cristiana resignación los más inmerecidos ataques, aunque retirado en su humilde vida privada de su boca no salieron revelaciones que hubieran mancillado la honra ajena; de su boca no salieron corrosivos venenos para diafamar…" Perú. Libro:"Observaciones críticas a El Santo de la Espada" y la buena y mala historia", de José Pacífico Otero.
1870 "Creía en Dios, en la Santísima Virgen, en la ilicitus de la blasfemia en el Pontificado Romano, en los Sacramentos y quiso morir como buen cristiano. Era un hijo sincero de la Iglesia Católica. Nadie podrá presentar documento donde se pruebe lo contrario". Buenos Aires. Documentos personales de la Biblioteca de Fronti Rocamora.
22-ago 1870 Necrológica escrita por el doctor Alfredo Gerard, dueño de la casa habitada por San Martín:"… Recomendaba sin cesar el respeto de las tradiciones y de las costumbres, y consideraba muy culpables las impaciencias de los reformadores que, con el pretexto, de corregir abusos, trastornan en un día el estado religioso de sus países. Todo progreo-decía. Es hijo del tiempo…! París Francia. Diario:"EL imparcial" de Boulogne Sur-Mer del 22 de Agosto de 1850.
1817 Llevó siempre un cuadro de la Virgen del Carmen, pintado al óleo, entre sus maletas y equipajes. Durante las Campañas. Archivo Gral. de la Nación.
1817 "Veneraba, todas las noches, una estatua de la Virgen del Carmen, que se conserva actualmente en el Museo Sanmartiniano de Mendoza. Mendoza. Archivo Gral. de la Nación.
1817 "Todas las compañías del glorioso Ejército de los Andes, dirigidas por el sargento de semana,rezaban un rosario completo. Durante las Campañas. Memorias del Cnl Manuel A. Puerreydón.